Seguro has oído hablar del famoso “bajón” que da después de fumar marihuana, ese antojo insaciable por cualquier cosa que se cruce en tu camino. Pero, ¿sabías que hay ciencia detrás de por qué la comida sabe más rica cuando estás “volando”?
Todo se reduce al THC, el componente psicoactivo del cannabis (y de todos nuestros productos). Cuando consumes marihuana, el THC interactúa con los receptores CB1 en tu cerebro, especialmente en el bulbo olfatorio, que es el encargado de procesar los olores. Al estimular esta área, tu sentido del olfato se agudiza, lo que a su vez intensifica el sabor de los alimentos, ya que el gusto y el olfato están estrechamente relacionados. Básicamente, hueles y saboreas todo con más intensidad, haciendo que hasta unas simples papas fritas sepan gourmet.

Marihuana (THC) y el placer de comer
Además de potenciar tus sentidos, el THC también juega con el sistema de recompensa de tu cerebro. Al consumir cannabis, se libera dopamina, el neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa. Esto significa que no solo tienes más hambre, sino que cada bocado se siente como una explosión de sabor y satisfacción. Es por eso que, cuando estás high, esa pizza de la esquina sabe como si fuera preparada por un chef estrella.
La experiencia culinaria elevada
Entonces, la próxima vez que te dé el bajón, aprovecha para experimentar con diferentes sabores y texturas. Desde frutas jugosas hasta chocolates intensos, la marihuana puede transformar una simple merienda en una experiencia culinaria única. Solo recuerda consumir con responsabilidad y tener a la mano la comida que más te guste y que realmente disfrutes. Combina tus alimentos con nuestros productos y cuéntanos tu experiencia.
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Información consultada de Men’s Health y chefsresource.